Somos “Centro en Pastoral”, en el que todos los miembros de la Comunidad Educativa son a la vez protagonistas y destinatarios de la propuesta.
A través de Nuestra Pastoral, queremos ayudar a todo el alumnado y a cada miembro de la Comunidad Educativa, a ser conscientes de la presencia de Dios en sus vidas, y a ser capaces de anunciar la Buena Noticia del Evangelio. Por eso, se propicia desde todas las áreas, actividades y relaciones del centro, la capacidad de interiorización y silencio, el valor de las relaciones, la sensibilidad hacia lo religioso, y por lo tanto hacia toda persona, y el compromiso con la justicia, la paz y la cooperación. Queremos ayudar a que la opción por Jesús y el Evangelio sea fruto de la libertad personal, opción que cultivamos a través de la oración diaria de “los Buenos días”, las Celebraciones Litúrgicas, las convivencias, los grupos de oración, y el acompañamiento personalizado.
Asimismo, la formación religiosa y el acompañamiento de los educadores son el cauce para conectar Vida y Evangelio; Educación y Evangelización, haciendo de la vivencia cristiana uno de los objetivos básicos del colegio, transmitiendo los valores evangélicos de la alegría, el agradecimiento, el respeto, la sencillez, el servicio, la acogida, etc., desde un estilo de vida concreto, marcado por nuestro Carisma eucarístico, mariano y misionero, que nos identifica como educadores MISSAMI, y nos lleva a vivir siguiendo las huellas de la Beata María Emilia Riquelme y Zayas, Fundadora de nuestra Congregación.
Promovemos la solidaridad y el compromiso con los más necesitados de nuestro mundo, a través de la sensibilización misionera y las Campañas Solidarias, en las que se recaudan fondos destinados a MISSIÓN MISSAMI, que impulsa y apoya proyectos de la Congregación de Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada, en los lugares donde la misma está presente.
El Equipo de Pastoral está formado por un coordinador/a general, y un profesor/a de cada ciclo educativo, con la finalidad de que todas las actividades programadas estén adaptadas a la edad de los alumnos/as. El Equipo se reúne una vez al mes para, – desde la oración y el discernimiento -, programar las distintas actividades e ir evaluando las ya realizadas.